martes, 8 de enero de 2013

Carlos Sevilla González: Tutor siempre presente

A Carlos Sevilla González
In memoriam

Carlos Sevilla González me dio clases en 1996, la materia fue El Estado y la planificación del desarrollo en México. Ahí, Carlos Sevilla se divertía con los comentarios derivados de la lectura de los textos, sobre todo aquellos que se referían al movimiento estudiantil de 1968. Recuerdo que era mi última materia de la licenciatura, ya que me encontraba en el octavo semestre. En muchos de sus ejemplos sobre la administración pública o economía Carlos Sevilla utilizaba las matemáticas de una manera muy didáctica y amena, lo cual enriquecía el contenido de las clases. Era un profesor muy diferente a todos los que había tenido, ya que se podía apreciar que su formación académica había sido muy sólida. Sus conocimientos eran muy extensos sobre economía política, filosofía política e Historia  de México, lo cual me hizo sugerirle al final del semestre si no le importaría contar con un ayudante de profesor para las materias que impartiría en el tronco común, y sin pensarlo, me dijo que sí. Ello me dio la oportunidad de conocer a un profesor sumamente riguroso en el análisis crítico y filosófico. Así fue como me incorporé como su ayudante de profesor en la UNAM durante 1997-2000. Las materias que le apoyé fueron Formación Social Mexicana III, Sociedad y Estado en México II. Pienso que Carlos Sevilla era un marxista heterodoxo, ya que empleaba el pensamiento crítico para el análisis histórico, pero a su vez recurría a corrientes filosóficas y autores opuestos como Karl Popper para abrir la discusión de las ciencias sociales.  Antes de iniciar cada semestre, Carlos Sevilla me sugería nuevos textos para las clases. Siempre se preocupó por mantener actualizados los cursos, lo cual me motivaba a visitar las librerías para ver que libros podrían emplearse. En no muchas ocasiones, al concluir mis clases en la Facultad de Economía, lo visitaba en la Secretaria de Comercio y Fomento Industrial, ya que era Director de Área en la Subsecretaria de Comercio Interior. Poco tiempo después él renunció y se incorporó al cien por ciento a la vida académica. Le molestó mucho el que haya habido el cierre de la Universidad por parte de los miembros del CGH en 1999, ya que decía no se podía paralizar la vida académica por cuestiones que tenían solución. Le visité varias veces en su departamento donde vivía en la colonia San Miguel Chapultepec. Pude apreciar que era un pintor excepcional, y un muy buen cocinero. De hecho creo que tenía una colección muy extensa de varias revistas entre ellas The Economist y otras publicaciones que no recuerdo, pero se molestaba que le quitaran espacio. Siempre me insistía que deberíamos aprender inglés por ser “la lengua de la metropolí”. Cuando la Universidad abrió de nueva cuenta sus puertas en el año 2000, nos apresuramos para regularizar a los dos grupos que teníamos pendientes. Le alentaba la posibilidad de que el PRI perdiera la Presidencia de la República en las elecciones de julio del 2000, ya que ello podía liberar otras fuerzas que estaban dormidas y que era necesario que nuestro país se sacudiera el pasado autoritario.